Aunque no hemos tenido un invierno especialmente frío, nos encontramos al fin en plena primavera y aunque todo huele ya a verano, aun no terminamos de guardar los abrigos pues los resquicios del invierno nos recuerdan que «hasta el 40 de mayo no te quites el sayo».
Por esto, junto con otros factores como las alergias estacionales, durante el transito entre el ir del frío y el venir del calor, florece la “astenia primaveral”. Esta recoge un conjunto de síntomas parecidos a los de la fatiga crónica o depresión pero menos intensos y de menor duración. Suele aparecer después de navidades y generalmente desaparece con la llegada de la soleada primavera/verano.
Por esto en los periodos cuando nos sentimos con menos energía y ganas para seguir la rutina diaria hay ejercicios y alimentos que pueden ayudarnos a dar un empujón a esta situación
Cada vez son más los estudios que apoyan como el seguimiento de una dieta mediterránea puede reducir la posibilidad de padecer enfermedades crónicas, como por ejemplo la depresión. En particular existen nutrientes de los alimentos que juegan un papel importante en su fisiología:
* Vitaminas que se ven disminuidas en situaciones de estrés y que será fundamental mantener unos buenos niveles en los momentos bajos:
- – Vitamina B6: atún claro > patata > plátano > guisantes > aguacate > pimiento rojo o verde.
- – Vitamina B3: pechuga de pollo > atún claro > pez espada/emperador > maíz > guisantes.
- – Vitamina C: pimiento rojo > verde > brócoli > naranja > coles de Bruselas > papaya > kiwi.
* Glutamina, precursor del GABA involucrado en la relajación: proteínas de buena calidad > semillas de algarroba, lactobacillus casei, pan naturalmente fermentado.
* Fibra, precursora de glutamina: judías blancas > garbanzos = lentejas > alcachofa > coles de Bruselas > brócoli > guisantes > kiwi > zanahoria > manzana = naranja. El gazpacho también es buena fuente de fibra.
* N-acetil cisteína, potente antioxidante: todas las proteínas de buena calidad, cereales integrales, frutos secos.
* Pescado azul, contiene omega 3 imprescindible para mejorar la memoria y proteger las células del cerebro: caballa > arenque > salmón > trucha > atún > gamba.
No solo es importante lo que se come, sino también lo que no se come. Por esto será de igual importancia reducir el consumo de azúcar blanca, grasas saturadas o harinas refinadas que harán el cuerpo más pesado y en consecuencia la mente.
A pesar de todos estos factores, la principal responsable de alterar el estado de ánimo de un ser humano es la serotonina. Esta hormona es producida en el cerebro desde el aminoácido triptófano. Su función en el organismo es amplia pues, además de ser responsable del estado de ánimo, está involucrada en diferentes mecanismos como la regulación de la temperatura corporal, la sexualidad, el humor, la ira, la agresión, el apetito e incluso el sueño. Esto último se debe a que el mismo aminoácido que sintetiza la serotonina, el triptófano, también sintetiza la melatonina, y entre ambas conforman un ciclo día/noche en el que una activa la desactivación de la otra. La melatonina se activa con la oscuridad y la serotonina con la luz del día. De esta forma, cuando la serotonina se activa y se elevan sus niveles en sangre con la luz de la mañana, la melatonina disminuye los suyos para permitir despertar un nuevo día.
Por esto es tan importante, sobre todo en personas con estados de ánimo vulnerables, respetar los horarios de sueño, pues tanto el estar despierto durante la noche como el estar durmiendo durante el día puede alterar los niveles de ambas (y otras) sustancias en sangre y predisponer ya no solo a la astenia primaveral, sino a la depresión.
Por último recuerda comer en compañía, siempre que sea posible, pues la soledad agrava este cuadro. También mantenerte en actividad con deporte diario ayudará a subir el ánimo.