Tantas veces la gente se sorprende cuando hablo de los múltiples beneficios del ayuno terapéutico, sobretodo proviniendo de una formación tradicional universitaria. Y es que se desconoce el fundamento científico de esta práctica y por esto suele confundirse con dietas detox u otras parecidas, por esto y porque me apetece, voy a explicar su fundamento y por qué lo defiendo desde la ciencia.

Además podréis entender por qué ni te mueres de hambre ni de desfallecimiento sino todo lo contrario durante este periodo.

Yo estudié farmacia y posteriormente nutrición y dietética lo cual podría suponer una paradoja en cambio hay muchísimos profesionales con mi misma formación que complementan lo aprendido en ambas disciplinas. Si entendemos la sinergia que esto supone, no será difícil entender que los alimentos nos son medicinas como los ayunos no son dietas.

Hacer un ayuno terapéutico (que no es lo mismo que un ayuno intermitente) en un momento determinado y para perseguir un objetivo definido, es como tomar un tratamiento con antibióticos, irse de vacaciones o cualquier otra acción puntual que te ayude a parar, recuperarte y retomar la rutina con las pilas de la salud cargadas, eso es ayunar.

El ayuno del que voy a hablar en todo momento, no es saltarse una comida, estar un día a base de uvas o zumos Drink 6, es aquel que se hace el tiempo suficiente como para conseguir activar los mecanismos de ahorro energético y otros involucrados en procesos curativos. Para que esto ocurra hacen falta como mínimo 3 días que es cuando esto se activa y a partir de ahí cada persona según su composición corporal y otros factores podrá ayunar 5, 7, 17, 21 y hasta 42 días en los casos más extremos (en ningún caso recomendado sin supervisión de un especialista) y en sitios especializados.

El ayuno en la historia

www-blogdelujoAntes de explicar como actúa el ayuno quiero recordar que este no es un fenómeno aislado ni puntual de esta época sino que ha formado parte de la historia de la humanidad. Las primeras muestras documentadas de ayunos voluntarios proceden de ciertas prácticas religiosas relativamente extendidas durante la Edad Antigua. También las huelgas de hambre se ha utilizado con frecuencia en época contemporánea como arma de resistencia pacífica o de presión para reivindicar un objetivo político. En el mundo animal, los largos periodos de hibernación hacen que muchos animales se alimenten de las reservas acumuladas durante el verano.

En la filosofía y medicina también se viene usando por personajes destacados como Pitágoras, Hipócrates y Otto Buchinger.

En la actualidad existen numerosos profesionales de la salud que investigan sus mecanismos y lo llevan a la práctica con seguridad. Las investigaciones más destacadas en la materia están siendo llevadas a cabo por investigadores de la Universidad de Southern California (USC), que es donde se está estudiando c.mo ciclos controlados de ayuno reducen la progresión de tumores durante el tratamiento con quimioterapia (1).

Cómo actúa el ayuno

Para comprender la forma en la que algo considerado peligroso o incluso mortal, como es no comer, pueda suponer en cualquier caso un beneficio para la salud, será necesario comprender mínimamente el comportamiento de nuestro organismo en relación a la ingesta de alimentos. Si nos dijesen que una persona de 1,70 m de altura y 70 kg de peso tiene unas reservas corporales suficientes para estar sin comer durante 40 días, ¿nos lo creeríamos? Pues es absolutamente cierto, y no hace falta más que una ecuación matemática para verificarlo. Las reservas de grasa de esta persona le servirían, sin llegar a agotarlas totalmente, de “menú diario” durante el ayuno, y en este caso en particular el individuo dispondrá nada más y nada menos que de 2.500 kilocalorías al día. La energía que necesitamos para sobrevivir se encuentra en forma de calorías provenientes de las grasas, los hidratos de carbonos y las proteínas. Según la cantidad que consumamos de estos macronutrientes dispondremos de más o menos calorías:

– Cada gramo de grasa libera 9 kcal.

– Cada gramo de hidratos de carbono libera 4 kcal.

– Cada gramo de prote.na libera 4 kcal.

Calculando que una persona media tiene un mínimo de 10 a 11 kilos de grasa en el cuerpo y que el cuerpo consigue 9 calorías por gramo de peso, de toda esa grasa se podrían obtener unas 100.000 kilocalorías. A un consumo aproximado de 2.500 kilocalor.as por día, darían unas reservas suficientes para 40 días de ayuno. Si el cuerpo humano debe tener entre un 18 y un 25 % de grasa corporal, se entendería cómo ese señor de 70 kg tendrá casi 15 kg de grasa de reserva disponibles.

Por otro lado, también hay que tener en cuenta que durante el ayuno el cuerpo entra en un modo de ahorro/reposo donde no necesita tantas calorías, y que por tanto no se perderá tanto peso como se podría sospechar inicialmente.

Seguro que más de uno habrá oído que los primeros kilos que se pierden al principio de una dieta no son de grasa sino de agua. Efectivamente la grasa no empieza a quemarse, a movilizarse, hasta pasados unos días sin aporte calórico externo. Pues bien, la quema de grasa nos ayudará a entender el mecanismo mediante el cual actúa el ayuno y por qué uno o dos días no consiguen este efecto. El cerebro es el único órgano que utiliza azúcar (glucosa) como combustible inmediato. Por eso hay situaciones de agotamiento mental en las que un alimento dulce nos da un subidón prácticamente al momento. Al no ingerir alimentos, la glucosa que circula por la sangre primero, y posteriormente el glucógeno almacenado en el hígado, van directamente al cerebro para alimentarlo. Cuando ambos se agotan, dando lugar a una hipoglucemia, el cerebro se estresa y activa el sistema nervioso central, el que nos pone alerta en momentos de miedo o estrés, igual que a nuestros antepasados más remotos los predisponía al ataque o a la huida ante una situación de peligro. La activación de este sistema acarreara una serie de síntomas característicos de estados de nerviosismo, como disminución de secreciones, por ejemplo de saliva (también gástricas, lo que ayuda a eliminar la sensación de hambre que es originada por el proceso de digestión mismo: sin digestión no hay hambre)(2); aumento de la frecuencia cardiaca o, la más importante para nuestro caso, la liberación de adrenalina, que será la responsable de comunicar a las células adiposas, a nuestras reservas distribuidas por todo el cuerpo, que liberen grasa para que esta pueda a su vez transformarse en energía.

El tipo de grasa más abundante en el cuerpo se almacena en forma de triglicéridos, que están compuestos de glicerol y ácidos grasos. Una vez fuera de sus depósitos, el glicerol se convierte en glucosa para el cerebro y los ácidos grasos proporcionan la energía necesaria para el resto de órganos mediante la cetosis, un mecanismo de obtención de energía diferente al habitual y conocido en las dietas hiperproteicas. Esto sucede después del tercer día de ayuno, donde este mecanismo de “alimentación interna” se regulariza y el cerebro se tranquiliza, activándose así el sistema nervioso parasimpático, propio de estados de tranquilidad y reposo. Una vez activado este sistema, regulará las diferentes funciones vitales, como la frecuencia cardiaca, la tensión arterial, el nivel de glucosa en sangre, las diferentes hormonas, el tracto digestivo y, en definitiva, toda una serie de procesos encaminados a restablecer el equilibrio corporal y a la eliminación de tóxicos como resultado de este proceso.

Las principales vías de eliminación de estos tóxicos serán órganos como el aparato digestivo, hígado, bilis, riñones, pulmones y piel, que se puede manifestar a través de síntomas como la lengua blanca, náuseas y vómitos, orina de diferente concentración, aliento de fuerte olor, sudoración fuerte, entre otras.

Por esto es muy importante controlar el estado de estor órganos antes de realizar un ayuno y si se está bajo medicación.

Ahora bien, el proceso que utiliza la grasa para convertirla en energía disponible, la cetosis, no debe durar más del tiempo del que nuestros depósitos corporales permitan, para lo que es muy importante que un especialista determine el número de días seguros en función del peso y otros factores. Es más, en el caso extremo de que se agotaran los depósitos de grasa, el organismo empezaría a utilizar las proteínas musculares como sustrato energético (alimento), lo que podría llevar a la muerte si se prolongase.

Beneficios del ayuno para la salud

 

Propiedades ayuno

En todo caso, esta práctica debe llevarse a cabo siempre bajo la supervisión de un especialista en la materia, ya que tanto según las características de cada persona y cada objetivo concreto que quiera conseguirse se requerir de una práctica determinada aplicada a cada caso bajo criterio establecido. Tampoco esta práctica debe confundirse ni sustituir una alimentación equilibrada. El ayuno terapéutico no es en ningún caso una dieta genérica a seguir, sino un tratamiento puntual con un objetivo concreto a conseguir.

Referencias (aquí recojo solo algunas, bibliografía completa en Lo saludable de los alimentos)

  1. Lee C, Safdie FM, Raffaghello L, Wei M, Madia F, Parrella E, Hwang D, Cohen P, Bianchi G, Longo VD. Reduced levels of IGF-I mediate differential protection of normal and cancer cells in response to fasting and improve chemotherapeutic index. Cancer Res. 2010;70(4):1564- 72. Epub 2010 Feb 9.

Cheng CW, Adams GB, Perin L, Wei M, Zhou X, Lam BS, Da Sacco S, Mirisola M, Quinn DI, Dorff TB, Kopchick JJ, Longo VD. Prolonged Fasting Reduces IGF-1/PKA to Promote         Hematopoietic-Stem-Cell- Based Regeneration and Reverse Immunosuppression. Cell Stem Cell. 2014;14(6):810-23.

Raffaghello L, Safdie F, Longo VD, et al. Fasting and differential chemotherapy protection in patients. Cell cycle. 2010;9(22):4474-4476.

  1. Ahima RS, Prabakaran D, Mantzoros C, Qu D, Lowell B, Maratos-Flier E, Flier JS. Role of leptin in the neuroendocrine response to fasting. Na- ture. 1996;382(6588):250-2.
  1. Amatruda JM, Richeson JF, Welle SL, Brodows RG, Lockwood DH. The safety and efficacy of a controlled low-energy (‘very-low-calorie’) diet in the treatment of non insulin dependent diabetes and obesity. Arch In- tern Med. 1988;148(4):873-7.
  1. Andrews J, Kashiwagi A, Verso MA, Vasquez B, Howard BV, Foley JE. Effects of four day fast on triglyceride mobilization in human adipocytes. Int J Obes. 1984;8(4):355-63.
  2. P. Arner, J Bolinder, P Engfeldt, J Hellmér, and J Ostman. Influence of obesity on the antilipolytic effect of insulin in isolated human fat cells obtained before and after glucose   ingestion. J Clin Invest. 1984; 73(3): 673–680.
  1. Beri D, Malaviya AN, Shandilya R, Singh RR. Effect of dietary restric- tions on disease activity in rheumatoid arthritis. Ann Rheum Dis. 1988; 47(1): 69–72.

Müller HL, de Toledo FW, Resch KL. Fasting followed by vegetarian diet in patients with rheumatoid arthritis: a systematic review. Scand J Rheumatol. 2001;30(1):1-10.

Kjeldsen-Kragh JL, Sumar N, Bodman-Smith K, Brostoff J. Changes in glycosylation of IgG during fasting in patients with rheumatoid arthritis. Br J Rheumatol. 1996;35(2):117-9.

  1. Fond GL, Macgregor A, Leboyer M, Michalsen A. Fasting in mood disorders: neurobiology and effectiveness. A review of the literature. Psychiatry Res. 2013;209(3):253-8. Epub 2013 Jan 15.